Este caso presenta a una mujer de 37 años que había dado a luz a un niño y había notado varios cambios en el aspecto de su abdomen después del parto. Su piel abdominal parecía flácida, su pared abdominal estaba menos tensa que antes del embarazo y había desarrollado importantes estrías.
Las personas como esta mujer son candidatas óptimas para una abdominoplastia o "cirugía estética de abdomen", ya que tienen una piel "estirada" que no respondería bien a la liposucción. Las fotografías postoperatorias muestran el aspecto de esta mujer aproximadamente un año después de la intervención.