En el sentido más simple, significa recuperar la posesión o el control de algo. En la forma en que se utiliza la palabra en el mundo médico tiene significados específicos según las circunstancias.

Tras la operación, la paciente irá primero a la sala de recuperación donde estará bajo el cuidado de enfermeras especialmente cualificadas y probablemente supervisada por el anestesista. Si ha recibido anestesia general, éste puede ser el periodo más peligroso para la paciente, a la que se cree segura "respirando por sí misma", pero que en realidad aún está menos que semiinconsciente y cesa de respirar.

Después está lo que se denomina el "tiempo de recuperación" tras la intervención. La paciente querrá saber cuánto tiempo pasará antes de que pueda volver a sus actividades previas a la operación.  Esto puede ser una cuestión importante a la hora de elegir la fecha de la intervención, conseguir la ayuda de familiares para cuidar a los niños, ausentarse del trabajo, etc. El cirujano no es Dios, no puede predecir el futuro con certeza, pero basándose en su experiencia y teniendo plenamente en cuenta los hechos conocidos (la naturaleza de la paciente, la operación, las tareas a retomar) debe dar una valoración honesta y no demasiado optimista. Los pacientes están satisfechos consigo mismos si se "recuperan" más rápidamente de lo previsto; no lo están con su cirujano si ocurre lo contrario.

Recuperación también puede ser la palabra utilizada en el sentido de "recuperar" si hay que retirar o cambiar un dispositivo implantado, como un marcapasos. También se utiliza en el sentido de "volver a cubrir" cuando una zona de injerto de piel se ha roto y los tejidos más profundos necesitan más injertos para cubrirlos.

¡La lengua inglesa es algo maravilloso!