Para el anatomista, el oído tiene tres componentes: externo, medio e interno. Para el público profano y para el cirujano estético es el oído externo, llamado pabellón auricular (del latín "pluma de un ala") el que acapara la atención. El oído externo, el pabellón auricular, también es llamado confusamente por los anatomistas, el pabellón de la oreja.

Ciertamente, en los animales que "aguzan el oído" para localizar un sonido, el oído externo tiene una función. Las personas, sin embargo, se las arreglan muy bien sin él, y sus atributos positivos o negativos son esencialmente cosméticos.

En estructura, las superficies interna y externa son piel común, la sustancia elástica es fibrocartílago elástico deformable; éste tiene muy poca irrigación sanguínea, con el efecto de que es probable que una infección establecida en el pabellón auricular acabe con la destrucción del cartílago y la deformidad de la oreja. Hay una sola pieza de cartílago de forma fija, la piel está adherida al cartílago y tiene un número variable de pelos - más en los naturalmente hirsutos y más a medida que avanza la edad.

Hay varias partes con nombre: el borde exterior, plegado sobre sí mismo, es el hélix; por delante, la mayor parte de la oreja externa es el antihélix aplanado; en la profundidad del hélix, el antihélix superior forma una cavidad llamada fosa triangular; el meato auditivo externo está en el centro; el lóbulo inferior no contiene cartílago y es conveniente para los pendientes; en la parte delantera de la oreja externa, una protuberancia de tejido apunta hacia atrás, el tragus.